martes, 3 de junio de 2008

Como volverse padre y no morir en el intento...


Y así como lo dije en el mentado baby shower organizado por la orgullosa abuela: nunca se olvida... Y así, después de casi una semana de nacimiento, comienza la nueva historia que contar, como en TLOTR, empezamos la historia de una ida y una venida... Para seguir con El Señor... Así se escribe esta historia:

Después de un fin de semana ajetreado, entre calificaciones y mil cosas, vino el sábado y los diagnósticos que no mostraban nada positivo de la BURBU, vinieron las inyecciones y los descansos, vino el domingo y nada mejor que una buena y mejorada plática con el Doc...

Y así, como leyeron las línea anteriores, llegó de rápido el Lunes, ese lunes que, sí así se me es permitido, quiero que sea la última imagen en mi dejar de existir, lunes en que empezó todo mal: después de un par de imbeciladas en el trabajo, salí con el pendiente del diagnóstico para definir lo que procedía. Llegamos después de una deliciosa cena improvisada, (hot dogs caseros) a las 9 en punto para esa revisión que se está volviendo épica.

Un chupón y luego el siguiente, mientras el Doc averiguaba en dónde se encontraba el corazón que le daba vida a este nuevo ser. La palidez del mismo nos indicó que nada estaba bien. Después de 15 ó 20 min de incertidumbre, comunicó la noticia: se pueden hacer más cosas afuera que adentro... Traen coche?, preguntó sin titubear tratando de ser un poco amable en el momento. Para esto ya eran las 2130 hrs...

Como pudimos bajamos las escaleras, subimos el coche, dimos un par de vueltas antes de encaminarnos al hospital, eran como los últimos 3 min de un partido de fucho: todo se decidiría en ese mínimo tiempo. Llegamos, subimos, movimos, nos vimos y lo único que pasó por la mente fue: es lo mejor para la Burbu...

En un momento le dan la bata, el tapabocas y las botas para que pueda pasar a la sala de operaciones, entrará con el pediatra... Y después de esto, un pestañeo y ya estoy sentado mientras viendo a mi esposa lista para comenzar... De pronto un jalón por acá, otro por allá, un dolor, un chiste, la inche anestesista que es la neta del planeta, un poco de sangre y un par de escalofríos... De entre todo el argüende, no más me avisaron: Sr, levántese para que vea y ahí estuvo el asunto: un doblete por el jardín central, directamente enredado en el cuello de esta canija... Un par de movimientos y, sobres, ya estamos del otro lado. Salió morada, ese color morado que te saca la lágrimita de la puta preocupación.

Ya estabamos a 30 min de la hora de las brujas, cuando todo volvió a la normalidad, si esto se puede decir de normal después de que ya te estrenas como padre. La madre ya en el cuarto lista para descansar. La beba metida en el respiradero con 2 diagnósticos nada favorables:

1.- Que no estuvieran bien desarrollados los pulmones.
2.- Que no fuera tan rudo, sino que sólo tuvieran una capa que se tenía que ir eliminando con el tiempo.

Y las palabras: ahora sólo es cuestión de esperar...

630 am y se cambiaron los pronósticos, ahora sólo tenía una "adaptación pulmonar" que es lo menos grave y lo más sano para los bebés... Después de medio día de tranquilidad y descanso, nos llegaron con la noticia de que la tipita gandalla estaba fuera de peligro y que era cuestión de minutos antes de que nos la llevaran para tenerla por fin con nosotros, dándonos de alta para ya poder marchar a casa.

Y así fue como el episodio principal se resolvió, dejando de lado los 7 meses y medio de gestación para ahora enfrentarse al mundo que estamos creando, dejó su nubecita antes de tiempo por algo, ese significado todavía no lo hemos encontrado, pero después de ese 02 de junio de 2008, sé que en algún momento aparecerá...